La sensación de que alguien me ensombrece desvía mis pensamientos
A veces feliz y otras amargas como hiel
He recorrido caminos
He sentido hablar al viento
Me he acostado en playas, en montes y en sierras
Me he maravillado al escuchar la canción de la vida
Esta sensación se parece a la incertidumbre
Quién está mirando desde el otro lado
Quizás para otro lado
Tal vez es ciego
Sin embargo el depredador te deja sin aliento...muerto en vida y olor nauseabundo
Se pone delante del sol y aulla su desazón
Llega un momento que ya no entiendo
Yo...estoy aullando
Yo soy el depredador de mi propia vida
1 comentario:
Todos somos depredadores de alguien más, por propia voluntad o sin ella de por medio.
Saludos,
J.
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