Doce de junio de mil novecientos sesenta
Señora Gladys Leguizamón
Amada señora, esta misiva es para dedicarle una canción de amor, una tonta canción de amor, porque se que a usted le gustan mucho.
Sin embargo quiero hacerle un recordartorio, la vida es corta, mi querida,
y quizás debiera aprovechar al máximo el tiempo que le queda, tal vez se termine mañana o el martes,
puede ser que todo se acabe en diez o en veinte años.
Si bien existen mil oportunidades para comenzar de nuevo, se que usted prefiere arreglar lo vivido en un tiempo corto y me parece excelente su decisión.
Se muy bien lo que le costó descubrir que es una mujer capaz, una mujer que se ama y ama a sus personas.
Una mujer que nació con una luna en el corazón...unas veces nublada y otras con el sol, una escoba para volar y unos pies para aterrizar.
Se que ha tenido lo mejor de los mundos y también lo peor, la vida es así una rosa con espinas.
Se de buena fuente que le gusta el aroma de la flor y la sangre que brota de la herida que produce la espina.
Como última reflexión le dejo estas palabras "Nunca deje de sentir que es humana y mujer".
Seguiré escribiéndole en otra oportunidad, me despido de usted con un beso en la distancia.
Gladys
3 comentarios:
Ay, las cartas son una de las cosas más hermosas de este mundo.
¡Me encanta!
Hola
Hazte caso a ti misma.
Besos.
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