Luna bañada de dolor...

Una noche...la luna se tiño de rojo y las abuelas entonaron una canción desconocida: nos anunciaban la llegada de tiempos dificiles. Desde esa noche las ceremonias se hicieron mas frecuentes, los cantos mas intensos para tomar fuerza y poder soportar lo que habría de venir.
Los presagios se hicieron realidad, los hombres blancos empezaron a incendiar nuestros cultivos y a perseguirnos. Algunas hermanas decidieron huir y refugiarse en zonas desérticas para sobrevivir a tanta agresión y seguir practicando la ayuda mutua y el trabajo comunitario.
Después de muchas asambleas en la comunidad, decidimos no abandonar la tierra que poblaron nuestros ancestros.
Una mañana danzaba con mi abuela en el bosque, llegaron a la comunidad hombres armados de fuego.
Al volver...encontramos nuestra comunidad teñida de rojo. como la luna lo había anunciado: nuestros hombres, nuestras mujeres y nuestros niños habían sido masacrados. De mis ojos brotaron lágrimas de sangre y pensé que yo también daría ese paso tan corto hacia el mundo de los espíritus acompañando a mis hermanos.
El abrazo de mi abuela me regreso a este mundo y tomadas de la mano volvimos al bosque, dejando atrás nuestro un torrente de lágrimas. Danzamos y cantamos por nuestros hermanos.
"Sigue tu camino, yo me iré a la montaña para esperar el momento de reintegrarme a nuestra venerable Madre Tierra.
Recuerda siempre que pase lo que pase, el sol nunca deja de salir y de cumplir con su función de iluminar a los hombres. Agradece al Creador, al agua, al aire y a la Madre Tierra por existir, por ser tu misma", esas fueron las ultimas palabras de mi abuela.

Luz Marina....Temilotzin....Nilse Acosta
Continuara....