Sería tan fácil, abrir una puerta y pasar al otro lado.
Encontrarse en un lugar acorde a mi preferencia,
amo el frío.
El tener que taparme para sentir el calorcito debajo de las cobijas.
Aprovisionarme de libros, lápices y cuadernos para leer y escribir:
dibujar y soñar, inventar historias, después de un rico mate-cocido
y tortas fritas.
Salir a caminar por el bulevar, bajo los árboles sin hojas, para luego
encontrarme con mi hija en algún café y charlar acerca del último libro
que hemos leído.
Y por las noches, sentir el cuerpo de mi amado, muy cerca y dispuesto.
Sería tan fácil atravesar el invierno...
1 comentario:
Nada es fácil ahora.
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