La historia comienza,
mientras tanto,
nacía en un capullo de algodón,
de inocencia y felicidad
En lo mas apartado de este bosque,
tenía los brazos que mecían,
los besos de ternura
El amor
Las aves cantoras
Los grillos y los sapos,
le traían alegrías
Y el sol
El sol...siempre a su lado
La luna, vigilaba la noche
Estrellas que hacían notar,
su camino
Vivía y crecía, de los frutos,
la tierra proveía
La dueña del árbol
Nadie la ve...solo saben que existe
El alma bella dentro de su esencia
2 comentarios:
Y tan bella!!!
Bellísima!!!
Por lo general las cosas es las que (casi) nadie repara suelen ser las más interesantes.
Saludos,
J.
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