Recuerdos
Una noche de carnaval
El payaso pasó bailando
Yo, lo miré bailar
Su cuerpo se movía con los destellos de las luces de colores
Risueño, se paró frente mío y bailó para mi
El aire se enrareció y todo se volvió mágico por un momento
Yo, siempre vi el rostro triste, mas allá del maquillaje (o creí ver)
Este era un payaso feliz y le gustaba lo que hacía
Pasado el instante...todo volvió a la realidad
Solamente había bailarines y tambores de una murga.
2 comentarios:
Ser payaso es muy duro.
También tienen penas y tristezas y sin embargo han de hacer reír...
Nada más frustrante que la alegría fingida de los payasos, ya tengo la mía, no necesito la suya.
Saludos,
J.
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