Dejar la puerta abierta para que salga el enojo de una persona que no muestra signos de esa ira y a lo largo le produce un mal interior, como también ese malhumor constante por algo que pasó hace un montón de años.
No es fácil...
El esfuerzo que significa reprimir esa demostración de " no me gusta, no estoy de acuerdo, esa no es la verdad, estás mintiendo, me estás haciendo daño".
Así, una lista muy larga...
A veces ese enojo explota de una manera que hace un daño irreparable.
A veces cae en un simple ACV u otras enfermedades.
Todo esto termina siendo pasto para psiquiatras, psicólogos o un neurólogo por no hablar, dejando salir lo que te afecta.
No es fácil lidiar toda una vida de enojos, producidos por no exteriorizar.
La puerta está allí, solo es cuestión de quererse, respetarse y hacerse respetar, un poco más.
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