Roberto y su familia, se fueron de picnic a orillas de Mar Chiquita.
Apenas eran las siete y toda la familia se sentaron alrededor de una gran piedra plana que estaba cerca de la carpa.
La bandeja de pizzas iba de mano en mano y cada comensal de deleitaba con este manjar, lejos de todo y de todos.
Eran las diez de la noche y todos estaban durmiendo.
Y de repente...
"El grito de auxilio despertó a todos los que habían pausado la oscuridad de la noche para el descanso".
Todos se asustaron y como pudieron salieron para socorrer al que pidió socorro.
Al salir a la claridad de la luna, se sorprendieron.
Al pie de la pata de una vaca, estaba Claudio, el menor de la familia que con una linterna había salido a perseguir a las hormigas negras, las recolectoras.
La vaca estaba tranquila y no se movía, solo quería descansar luego de una larga jornada de masticar, tragar y masticar.
Todos juntos, empujaron al animal y lo pudieron liberar.
¡Ahora, todos a dormir! gritó el padre de familia.
Riéndose de lo acontecido, fueron todos a dormir.
2 comentarios:
Menos mal que no pasó ninguna desgracia.
Valiente el pequeño para salir solo en medio de la noche...
Saludos,
J.
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