Una mañana de domingo

Era un domingo a la mañana cuando se encontraron Juan Simón y Natalio

Se sentaron en la mesa ubicada en la vereda de un bar.

Hablaban, casi en silencio, como si no quisieran, sin embargo sonreían mirándose cómplices de algo indefinido.

-Natalio-¿Te acordás de Andrea?

-JSimón-¿Andrea, la Castañeda, la que bailaba, cual ninfa sobre las aguas del lago Mariposa?

-Natalio- Pues si, me dijeron que en uno de sus actos mágicos, desapareció frente al público, dejando atrás una nube de polvo. Esto ocurrió hace dos años, en el mejor momento de su carrera artística.

-JSimón-¿Hace dos años? ella si que era una verdadera diva en lo suyo. no se si me entendés.

Natalio lo miró, le guiñó un ojo y luego llamaron al mozo, pagaron y se marcharon.