Solo soy...otoño

Solo soy...otoño
Búsquenme...donde se esconde el sol
Donde exista una canción

Búsquenme...donde se detiene el viento
Donde haya paz o no exista el tiempo
Donde el sol seca las lágrimas
De las nubes en la mañana...

lunes, 22 de agosto de 2022

Una historia sin calor





Corría el año 3060, en ese entonces vivíamos en un planeta totalmente artificial, ya ni la brisa existía.
Un mundo sin aromas, sin color, sin sentido real de la vida, sin humanidad.
Casi todos los humanos que quedaban, después del gran exterminio, eran inmortales.
(Hace unos siglos que se había descubierto la manera de ser inmortal, pagando un precio muy alto, ya no habrían mas nacimientos de niños. Y la robótica estaba en pleno avance)
Las personas no eran malas, eran cómodas y conformistas, dejaban en manos de las máquinas todo el trabajo de mantener el planeta habitable para que estas vivan mas o menos bien.
Sin embargo, había una parte de los robots que no se tenía en cuenta, estos no poseían almas, eran totalmente insensibles y aquí radicaba el problema, En una parte inaccesible de la tierra existía un depósito de niños nacidos artificialmente y estaban destinados a ser alimentos para los inmortales.
Llegados a cierta edad y peso del niño eran procesados en grandes ollas y convertidos en barras alimenticias, que eran repartidas durante el día a cada ser humano.
La vida era muy triste, pero ellos así vivían sin tener mucha conciencia del porqué y el como, mucho menos el para qué.
Ahora...si bien nada de esto está superado, van quedando muy pocos de esos hombres caníbales y esa  noción de serlo. Cada vez que amanece se siente que va naciendo otra humanidad.
No se sabe si es  para bien o para peor. ¿Habrá una esperanza latiendo?










No hay comentarios: