El lugar se veía algo frío y tétrico, espeluznante, diría mi abuela
Era un espacio, solo para algunos corazones, muy triste, casi rayando la locura
Las nubes se confundían con las paredes de un gris obscuro y el silencio era aterrador
La torre estaba enclavada en la cima de la montaña
La soledad acompañaba
De vez en cuando asomaba una luna, que con su luz prestada perfilaba el panorama, con colores rojos y marrones
El miedo era total. paralizante...
2 comentarios:
Ya pasó, ya pasó...
Parece la descripción del interior de un corazón humano.
Saludos,
J.
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