Había por doquier
Nos miraban
Nos medían
Nos pesaban
Querían robarse nuestros pensamientos
Querían convertirnos en ratas huidizas
Querían rompernos por dentro
Solo marionetas, querían
Mientras tanto, dentro mío...yo quería comer avena
¿Sabías que me gusta la avena con leche?
No, no lo sabías ¿Cómo lo sabrías?
Nadie te contó, la verdadera historia del escuchador
Sin embargo, el sol, tal vez venus
En alguna parte
En un tiempo aparte
Todos sabremos algo de los grises
2 comentarios:
Los grises están en todos sitios .
Un abrazo.
Con lo difícil que es encontrar alguien que realmente escuche y no sólo finja hacerlo...
Saludos,
J.
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