Con la vocación del amor

Una vez tuve una maestra en séptimo grado...al finalizar el ciclo...cuando fuimos de viaje de estudios (donde la pasamos...realmente muy bien) ella no pudo realizar dicho viaje y yo como la amaba...le traje un recuerdo de Misiones, se puso muy feliz y yo también al entregarle mi regalito.
Pasaron los años y la volví a encontrar en el secundario, como profesora de geografía...nos contaba historias fantásticas puesto que su marido era un geógrafo de la Argentina y ella lo acompañaba en sus viajes por todo el país.
Yo la escuchaba...bebía sus palabras y a la vez viajaba con la imaginación a todos esos lugares...que para mi eran tan lejanos.
Un día mi querida profesora (tenía la docencia en la sangre) mientras me miraba con ternura...les mostró a los compañeros de clase el regalo que había guardado en el cajón de las cosas queridas...era mi regalo...mi corazón se llenó de algo muy cálido y esponjoso...que recorrió todo mi cuerpo y luego se guardó en mi.
Hoy...al hablar con otra maestra...la que me enseñó mucho sobre esto que hago ahora...escribir...me hizo  volver al pasado y darme cuenta lo afortunada que fui al tenerlas.