Un viaje tranquilo
Dejando atrás la cotidianidad
Espiando la infinidad de lo simple y lo complejo, la efímero y lo eterno
Una blancaflora y una lechuza blanca
Sien embargo me gustan los caballos
Son nobles
Las vacas parecen tontas
Porque nunca pude hablar abiertamente con ellas
De pronto me encontré en mi hogar
Achaparrada
Con ventanas amplia y una galería profunda, armonía en su estar
Fui y llegué al lugar donde quería
Y te digo...luego de pasar malos ratos con las personas, con la espera, con el frío y la llovizna
Cuando él sale y derrama su magia
Me repito como tantas veces
Vale la pena al sentir lo que yo siento
A veces me quedaba quieta y callada
Dejaba penetrar esa magia a mis sentidos, a mi alma, a mi corazón, a mi alma
En el descanso
Entre escalón y escalón fui practicando el arte de toser
Casi que...alcanzo la perfección del abuelo Anastasio
Haciendo aspavientos y toda clase de ruidos guturales
La elección fue perfecta
Me gustó tanto que por eso lloviznaba suave
Como una caricia desde valhalla
Y el final llegó
La batalla terminó
Hubo alegrías y emociones por don de mis ojos se posaran
La batalla dejó risas e ilusiones intactas
Esta vez murieron los zombies
2 comentarios:
Batalla ganada.
Ahora vamos por la guerra.
Suerte!
J.
Aquí no mueren.
Aquí cada vez hay más.
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