Siendo la princesa de los años otoñales...me toca llenar de rocío los amaneceres
Acariciar atardeceres de nostalgias y recuerdos que quedaron guardados en el fondo del ropero
Y en los medio-días invernales...cuando nacen los pichones de colibríes...regalo los besos que no fueron
Las noches de luna nueva...me refugio en carnavales de misterios y atracciones prohibidas y sueño
Mis días de princesa buena dura solo un otoño y luego se prende de vestiduras negras...desaparece
En mis días de princesa suelo creer que existen los pensamientos propios y la libertad de reír
3 comentarios:
Sigue siendo princesa buena!!!
Es lo bueno de la vida que nos permite un pensamiento libre y sin muros.
Un gran abrazo
Es lo que tiene ser princesa que puedes soñar y hasta permitirselo.
Besitos
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