En busca de las piedras

Con las horas corriendo tras nosotros...casi cuando el sol se escondía...llegamos a la Isla de la foca, en busca de la piedras preciosas para el trabajo práctico de la nena...quién estaba muy ilusionada.
Agostina y Francisco se sumergieron de inmediato al fétido foso donde se hallaban las gemas...yo no pude bajar....estaba muy cargada de elementos...era la esclava de todas las cosas.
El sol se perdía entre la frondosa vegetación...el miedo a los insectos picadores me volvía loca...no paraba de decir -vamos...vamos...que la jefa nos apura-
Los dragones acechaban el lugar...poco a poco las luces en sus ojos...se encendían...apareciendo sombras y espectros que asustaban hasta el mas valiente de los piratas...robapiedras.
Agostina llenó el cofre y con gesto triunfal, empezó a subir la cuesta, hasta llegar junto a mi en lo alto. Francisco se encontraba en apuros...no podía salir del pozo profundo. De inmediato saque las cuerdas y la lancé...como pudo se ató la cuerda en la cintura y comencé a jalar...al fin pudo salir y con un gesto de desilusión me dijo -abuela...solo pude recoger unas pocas piedras...son muy poquitas. Sonriendo le di un beso y de la mano fuimos hasta el auto...donde nos esperaba mi hija...con cara de muy malhumor...acorde a nuestra tardanza.