Me dispongo mentalmente para realizar esta tarea. Cierro los ojos, dejando que el resto de mis sentidos actúen libremente. Los dedos recorren la piel centímetro por centímetro...suavemente va despertando a la vida cada poro. La sangre toma velocidad viajando... Es casi un ritual, una ceremonia antiquísima...nacida con el hombre mismo...Solo pensarlo me trastorna y me envuelve una exitación...buscando...separando cada cabello...hurgando. Tengo la garganta seca, necesito lubricarla. Me detengo un segundo y vuelvo a comenzar.
Por fin...algo se mueve, lo agarro, lo acerco a mi...mas...mas...mas cerca, casi a la altura de mi boca. Lo tengo...lo aplasto...maldito piojo...vas a morir de la peor forma...
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