Fue en ese momento...en ese preciso instante,
cuando busqué en la cartera, me dí cuenta...el encendedor no estaba.
Mientras mas revolvía la cartera, mas me temblaban las manos.
Era un hermoso encendedor, regalo de mi hermana.
No soportaba la idea de no verlo nunca mas...
D repente
La niebla de la mente se diluye...
Lo había guardado en la guantera del auto.
El alivio fue instantáneo .
1 comentario:
Que susto ,nó ? supongo que por todo , por ser un regalo , por su uso, por lo bonito , por lo fácil y cómodo una vez que la mano se amolda a su forma...o fue por el lapsus de memoria ? jajajjajja , sea como sea menos mal que no se perdió !!!
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