Solo soy...otoño

Solo soy...otoño
Búsquenme...donde se esconde el sol
Donde exista una canción

Búsquenme...donde se detiene el viento
Donde haya paz o no exista el tiempo
Donde el sol seca las lágrimas
De las nubes en la mañana...

lunes, 12 de octubre de 2009

Noche iluminada






Una mañana me sentí atraída por el rumor del agua de un río que atravesando el bosque buscaba desembocar en las aguas tranquilas de la mar.
Un inmenso dolor inundó mi alma al ver mi imagen reflejada: el brillo de armonía y paz que caracterizó mi raza, había desaparecido. Después de mucho tiempo lloré derramando lágrimas sobre mi corazón endurecido.
El vaivén de las olas despertaba en mi memoria las últimas palabras de mi abuela: "Recuerda siempre que pase lo que pase, el sol nunca deja de salir y de cumplir con su función de iluminar a los hombres. Agradece al Creador, al agua, al aire y a la Madre Tierra por existir.`por ser tu misma".
Volví a danzar todas las mañanas sobre la Madre Tierra sintiendo nuevamente que la chispa de luz que me unía a la vida, impregnaba de paz y armonía mis pensamientos.
Un amanecer, en el que brillaban débilmente las estrellas, mi luz interior se transformo en algo superior que me transportó a un paisaje de belleza celestial: Arrodillada, escuchando el canto de alegría de los pájaros y sintiendo el regocijo de las plantas, me abracé a un árbol y alzando la mirada hacia las nubes, sentí cómo los cálidos y suaves rayos de sol atravesaban la oscuridad y mezclandose con la luz de las estrellas verspertinas se abrían camino hasta mi corazón.
Agradeciendo a la fuerza divina, uní mi voz al canto de la vida. legado de amor de mis ancestros:
Corazón que lates
Al ritmo del tambor
Despierta en mi... recuerdos
De lunas felices

En armonía con los astros
Al ritmo del tambor
Danzaban los hombres
Sobre la Madre Tierra

Como el fruto de los árboles
Al ritmo del tambor
Parían las madres
A los hijos del sol

Llegaron ellos
A punta de espada
Bañando la tierra
De sangre y la grimas

Violando y robando
A punta de espada
Instalaron un modelo
Que no funcionaba

Yo, fruto
De tambor y espada
Llevo en mi el dolor
De la tierra violada

El tambor enmudecido
Hoy venció a la espada
Y brota en mi la esperanza
De la sangre derramada

Danzan los astros
Al ritmo del tambor
Y la espada sirve
De base a una flor

Con cada palabra
Mi soledad se alejaba
Y la comunidad despertaba
entrelazando

El pasado y el futuro,
El agua y el fuego
Al ritmo infinito
del universo.

Soy Mimbí,
La que ilumina.

Luz Marina Acosta....Temilotzin....Nilse Acosta

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Vehga gatita.. que el ángel me ha dejado salir al recreo.. venga gatita.. que tengo ganas de ñam..ñam..

CLARO DE LUNA dijo...

que hermosa poesia....
besos.lau